Hola a todos y todas, hoy os queremos hablar sobre nuestras reflexiones sobre este año 2020 y lo que esperamos en 2021. Creemos que, como todos, pensamos “menos mal, que se acabe ya el 2020” pero al mismo tiempo, nosotras que somos chicas inquietas, creemos que este año, fue un año para crecer como persona y como profesionales. Ver esta situación con otros ojos. Cada año, supongo que por moda o por la necesidad de cerrar un capítulo, muchas personas desean evaluar el año anterior y establecer sus nuevos propósitos para el año que inicia. Estas reflexiones de año nuevo pueden ser muy gratificantes o una verdadera vendimia, según cómo estemos antes de hacer el balance general de nuestra vida. Muchas veces, sabiendo que no nos sentimos bien, buscamos algo que nos consuele y, no es que esto sea malo, lo malo es hacerlo porque no queremos enfrentar la causa de lo que nos descompone emocionalmente. Y este año, más que nunca tenemos que sacar esa parte negativa que tenemos y pensar en POSITIVO.
La crisis sanitaria, social y económica generada por el COVID-19 ha precipitado una realidad que veníamos anticipando desde hace un tiempo: la única certeza es el cambio constante. La rapidez con la que nuestras vidas y rutinas han cambiado en las últimas semanas confirman la consolidación de una nueva normalidad marcada por la incertidumbre permanente. Una sensación de inseguridad e incertidumbre por el futuro que ya se está viendo reflejada en la sociedad. De hecho, el filósofo alemán Markus Gabriel cree que la crisis que ha provocado el SARS-CoV-2 es tan solo la primera de muchas, de las cuales la más grave será la ecológica. El sí piensa que saldremos de la pandemia siendo una sociedad más moral, y estima que esto nos puede servir como preparación para afrontar una crisis climática que, por fuerza, hará que pasemos una página: la de la globalización y el neoliberalismo. Muchos pensadores afirman con claridad que la posibilidad de recuperar la confianza en la humanidad está en nuestras manos, y que el futuro puede ser mejor si aprovechamos la crisis para repensar nuestra sociedad y apostar por la solidaridad.
No cabe duda de que el camino de vuelta a la normalidad es incierto. Las previsiones económicas son poco halagüeñas, las medidas que los gobiernos están adoptando para estimular la economía podrían resultar insuficientes y, lo que es más importante, todavía existen muchas incógnitas sobre el comportamiento del virus, por lo que no podemos descartar nuevos confinamientos. Ante esta incertidumbre, es fundamental que las empresas incrementen su capacidad de adaptación, tomando las decisiones oportunas que les permitan reaccionar rápidamente ante los nuevos desafíos que puedan surgir. Que luchemos juntos.
Aún en mitad de la pandemia de la COVID-19, nos planteamos cuáles son las directrices a seguir en materia de medio ambiente una vez superada la crisis actual; unas directrices que pasan irremediablemente por la necesidad de preservar la biodiversidad. Nuestra mejor vacuna para el futuro es proteger la naturaleza y la biodiversidad y el mejor seguro de vida que podemos encontrar. Para cumplir con la Agenda 2030 es urgente detener tanto el cambio climático como la pérdida de biodiversidad, claves de las que dependen todas las comunidades del mundo y las generaciones futuras, ya que protegen la salud del Planeta.
En opinión de organizaciones conservacionistas como Greenpeace la caída en las emisiones que se han constatado durante estas semanas es, en realidad, “puramente cíclica, una farsa”, señalan, “porque solo ha ocurrido porque una gran parte de las actividades humanas se han visto obligadas a detenerse en condiciones totalmente excepcionales y con graves consecuencias sociales y económicas”, y por lo tanto “no parecen una respuesta duradera al desafío global que supone el cambio climático”. Esta crisis nos ha demostrado que muchas cosas imposibles se pueden hacer y, a partir de aquí, el cambio puede ser posible. Como todo, eso sí, hará falta un tiempo de reflexión para que todo este aprendizaje se asiente y se traduzca en un cambio real.
Morir o salir reforzado de la rapidaptación: ese es el reto nuestro para 2021
Como reflexiones, estos hechos nos hacen indicar, que actualmente y el sector de la Belleza y Bienestar, esperamos que se va resurgiendo, de forma lenta, pero a la vez firme, esperemos a que a ti y a todos los que nos podéis leer, empecéis como dios manda este año 2021 que seguramente nos traiga más alegrías.
¡Espero que os haya sido útil el artículo! No puedo dejaros sin recordaros qué siempre podéis proponerme algún tema que os interese para así realizar un artículo interesante, desde aquí os invito a contactar conmigo por cualquiera de las vías disponibles para poder escuchar y valorar vuestras necesidades. Mil Gracias por estar este año, más que nunca con Nosotras, ¡GRACIAS!
¡Feliz Año Nuevo! Nuestros mejores deseos para que cada sonrisa te haga sentirte bien, deseo que en el 2021 se cumplan todos los sueños que desees alcanzar.