Desvelamos las claves para que tu cabello esté fuerte y lleno de brillo. Sencillos pasos que marcan la diferencia para conseguir un pelo ‘happy’.
Por desgracia pocas mujeres están contentas con su pelo porque no solemos cuidárnoslo como debiéramos. Nos hacemos recogidos con el pelo húmedo, llevamos coletas demasiado tirantes, nos acostamos con el pelo húmedo, no utilizamos las mascarillas ni el tiempo ni con la frecuencia indicada… Los numerosos factores a los que está expuesto el pelo -contaminación, frío o herramientas de calor- hacen que la rutina para un cabello sano cobre más importancia que nunca.
¿Cómo lavarlo?
No somos conscientes de la importancia que posee este paso en nuestro ritual habitual. Es el primer paso para tener un pelo sano. Desintoxicar el cuero cabelludo una vez al mes con un producto específico, para limpiarlo y oxigenarlo en profundidad. Aplicar champús que respeten el pH del cuero cabelludo y que no contengan ni sulfatos, que puede irritar y deshidratar la piel del cuero cabelludo, ni siliconas, falsean el aspecto del cabello.
El lavado debe ser suave, sin apretar mucho con la yema de los dedos ya que si presionamos fuerte estimularemos la producción de sebo. El agua mejor templada o fría para quien la aguante, ya que el agua muy caliente estimula la producción de grasa.
¿Cómo proteger e hidratar la melena?
La hidratación es vital para el cabello, igual que para la piel. Porque una melena exenta de agua es igual a un cabello seco, sin brillo y con mucha más facilidad para partirse. Para proteger el cabello es conveniente aportar antioxidantes.
Para ello, lo ideal será en el salón, una vez al mes, realizar un tratamiento a base de proteínas y de células madres de origen vegetal, que actúe como armadura protectora para fortalecerlo y reestructurarlo aportando un extra de brillo.
El cepillado es un gesto esencial. ¿Por qué?
Peinar el cabello es una manera muy eficaz de repartir el sebo de las raíces hasta las puntas. Aunque no lo creas, esa es la protección natural más adecuada para cuidar las cutículas, y evitar los nudos. Aprovecha para mejorar la microcirculación con un masaje sobre el cuero cabelludo. Y mejor si utilizar un cepillo especifico de madera – son 100% biodegradables.
El enjuague es un tratamiento de belleza más
Aunque no lo creas, este detalle lo cambia todo. Pon la cabeza hacia atrás, y colócate de frente a la ducha. Haz como si estuvieses peinando el cabello, ayudando a retirar la fórmula con los dedos. Poco a poco desaparecerá la espuma y los restos de producto.
¿Algún truco para aumentar el brillo? Ten el valor para hacerlo con agua fría (la caliente deshidrata), con una botella de agua mineral o prueba a añadir unas gotitas de vinagre al último enjuague.
Acondicionador o mascarilla son cruciales
Ten en cuenta que es el responsable de que puedas lucir una melena lisa perfecta y que, gracias a estas fórmulas suavizantes, conservas la elasticidad del cabello. Hazlo con mucho mimo, no intentes ahorrar tiempo tirando del cabello con fuerza o ¡tus cutículas se resentirán! De hecho, lo mejor es sujetar con una mano cada mechón según lo vas peinando para evitar tirones innecesarios.
Después, peina el cabello hacia atrás y ten paciencia para dejar actuar la fórmula durante el tiempo recomendado.
Nutrición interna
Si quieres tener ese cabello más sano, brillante y fuerte, también tienes que cuidar lo que comes. La biotina es una vitamina esencial que favorece el crecimiento capilar y de las uñas. Se conoce también como vitamina B7 y es un nutriente soluble en agua que fomenta la división y crecimiento celular. Incluye en tu dieta algunos alimentos ricos en biotina como por ejemplo; hígado vacuno, huevos, pescado azul, guisantes, nueces, arroz integral, levadura de cerveza.
Siguiendo estas simples pautas, además de tener un cabello sano, fuerte y brillante también mejoraremos nuestra salud y cuidaremos el medioambiente.